La niña y el monstruo del lago


En una pequeña aldea rodeada de un frondoso bosque, vivía una niña llamada Clara. Clara era una niña curiosa y aventurera, a quien le encantaba explorar los rincones más recónditos del bosque. Un día, mientras caminaba por el bosque, Clara se encontró con un lago que nunca antes había visto. El lago era oscuro y misterioso, y sus aguas estaban rodeadas de árboles altos y frondosos. Clara se sintió intrigada por el lago y decidió acercarse para verlo más de cerca.

Mientras se acercaba al lago, Clara escuchó un sonido extraño. Era un sonido como un gruñido bajo y gutural. Clara se detuvo en seco y miró a su alrededor, pero no vio nada. El sonido volvió a escucharse, y esta vez parecía venir del fondo del lago. Clara se estremeció de miedo, pero también sintió una gran curiosidad. Se acercó aún más al lago y miró hacia el agua.

De repente, una enorme cabeza emergió del agua. La cabeza era de un monstruo, con grandes ojos verdes y colmillos afilados. Clara gritó de terror y se dio la vuelta para correr, pero el monstruo ya la había atrapado con sus largas garras.

Clara se preparó para lo peor, pero el monstruo no le hizo daño. En cambio, la miró con curiosidad y le dijo:

  • "No tengas miedo, niña. No te voy a hacer daño".
  • Clara se sorprendió. "¿Quién eres?", preguntó.
  • "Soy el guardián del lago", respondió el monstruo. "He estado observándote desde hace un tiempo y he visto que eres una niña buena y bondadosa. No tienes nada que temer de mí".

Clara se sintió un poco más tranquila. "¿Por qué vives aquí?", preguntó.

  • "Este es mi hogar", respondió el monstruo. "He vivido aquí durante muchos años. He visto muchas cosas cambiar en el mundo, pero este lago siempre ha sido mi refugio".

Clara se quedó mirando al monstruo durante un rato. No era tan aterrador como había pensado al principio. De hecho, incluso le parecía un poco amable.

  • "Me llamo Clara", dijo finalmente.
  • "Encantado de conocerte, Clara", dijo el monstruo. "Me llamo Gruño".

Clara y Gruño hablaron durante mucho tiempo ese día. Gruño le contó a Clara historias sobre el lago y sobre las criaturas que vivían en él. Clara le contó a Gruño historias sobre su vida en la aldea. Se dieron cuenta de que tenían mucho en común, a pesar de ser tan diferentes.

A partir de ese día, Clara y Gruño se hicieron amigos. Clara visitaba el lago con frecuencia para hablar con Gruño y escuchar sus historias. Gruño le enseñaba a Clara sobre la naturaleza y sobre el mundo que la rodeaba.

Los aldeanos se enteraron de la amistad entre Clara y Gruño y al principio estaban muy asustados. Temían que Gruño les hiciera daño, pero Clara les aseguró que era un monstruo bueno y amable. Los aldeanos finalmente llegaron a aceptar a Gruño y incluso comenzaron a visitarlo en el lago.

Clara y Gruño siguieron siendo amigos durante muchos años. Aprendieron mucho el uno del otro y se ayudaron mutuamente a superar momentos difíciles. Su amistad fue una prueba de que las apariencias engañan y que incluso los monstruos más aterradores pueden tener un buen corazón.