(Escena: Epi y Blas están en su apartamento, sentados en el sofá viendo la televisión. Epi está cambiando de canales, y Blas parece estar frustrado por lo que ve.)
Blas: ¡Ay, Epi, esto es insoportable! No puedes ver la tele sin que te metan política por todos lados.
Epi: Pues sí, Blas, ya ni de izquierdas ni de derechas, ya no sabes ni qué pensar. A mí todo eso no me va, yo soy apolítico.
Blas: ¡Exacto! Ni progre ni facha, ni feminista ni machista, que todas las opiniones son respetables, ¿no?
Epi: Claro, Blas. Pero últimamente parece que no se puede decir nada. Ahora no hay libertad para hablar.
Blas: Sí, sales un rato de casa y te ocupan la casa, ¡esto ya es el colmo!
Epi: (Asiente) Es que cada vez hay más cosas prohibidas, Blas. Los ecologistas lo prohíben todo, no se puede hacer nada.
Blas: ¡Eso es! Y además, nos quieren meter en la cabeza que España cada día se parece más a Venezuela.
Epi: (Suspira) No sé, Blas. Todos los políticos son iguales. Es un Gobierno Frankenstein.
Blas: (Con sarcasmo) ¡Y luego está lo del casoplón en Galapagar! ¡Menudo ejemplo!
Epi: ¡Eso, eso! Y luego a nosotros nos dan la paguita y creen que con eso ya somos felices.
Blas: Yo soy autónomo y no hago más que pagar. No me puedo poner malo. Y en los últimos 6 años han subido 65 veces los impuestos. ¿Quién aguanta esto?
Epi: (Riendo) Al final uno no sabe ni qué pensar, Blas. Pondría un muro en Cataluña y punto.
Blas: ¡Hombre, Epi! ¿Qué pasa, ahora eres fan de Franco?
Epi: (Pensativo) Bueno, Franco también hizo cosas buenas... como hacer rica a Cataluña, dicen.
Blas: (Mira a Epi con sorpresa) No soy racista, pero...
Epi: Blas, siempre dices eso y luego la lías. ¿Sabes qué? Yo paso de todo esto, Blas. A mí déjame tranquilo. Todas las opiniones son respetables y no tengo ganas de discutir.
Blas: Sí, Epi, pero es que ahora, si apoyas a Palestina, eres antisemita, y si no, pues eres lo otro. Ya no puedes opinar de nada.
Epi: Pues nada, Blas, mejor vemos otra cosa. ¡Pon los Muppets, que al menos no hablan de política!
(Epi cambia el canal y los dos se relajan mientras ven un programa más ligero.)
Blas: Tienes razón, Epi. A veces es mejor no complicarse.
Epi: ¡Eso, Blas! A disfrutar y no complicarse la vida, ¡que para eso estamos!
(Epi y Blas sonríen mientras siguen viendo la televisión, dejando de lado las preocupaciones y disfrutando del momento.)